Impulsar la formación para potenciar la industria

Concordia programa es un programa de formación en pensamiento computacional de dos fases, destinado a la capacitación de jóvenes. Desde Finnegans apoyamos, junto a la Cámara de la Industria del Software, este proyecto coordinado por la Secretaría de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Concordia.

 

 

Entrevistamos a Dennis Pontacq, Instructor en Tecnología y Desarrollo de Software de Finnegans, quien se desempeñó como tutor en las clases prácticas del curso “Yo programo”, correspondiente a la fase dos de Concordia programa. Dennis nos contó el balance que hace de la experiencia y nos dio detalles de los contenidos técnicos enseñados en el curso.

 

Indudablemente, ser parte del proceso de formación de jóvenes que se inician en el mundo de la programación es todo un desafío. ¿Cómo llegaste a integrar el proyecto y cómo te sentiste en tu rol de profesor?

Soy parte de Finnegans desde hace 18 años. La empresa hace ya mucho tiempo que tenía planes de crear una academia y empezar a formar recursos porque la compañía en general tiene un pensamiento que prioriza darle a la juventud una oportunidad en el mercado. Es una buena oportunidad para los pibes, para tener un futuro y un buen pasar. En un país que a veces presenta situaciones complicadas con respecto a lo laboral, la industria del software es una buena oportunidad. Doy fe porque hace 25 que estoy en esto. Sin embargo los pibes, no sé por qué, no se animan o creen que no sirven para esto. Normalmente creen que es una carrera demasiado larga o complicada, por las matemáticas. Finnegans viene a proponerles que se olviden de todos esos prejuicios. No hace falta matemáticas para programar. Cualquiera puede ser programador si se lo propone y si entiende algunos conceptos básicos. La empresa tuvo esta idea hace mucho tiempo pero necesitaba recursos con experiencia y con vocación docente. La compañía detectó hace varios años que a mí me gustaba enseñar. De hecho, yo capacitaba a cada ingresante y la capacitación funcionaba: los pibes en dos o tres semanas podían empezar a programar. Me hicieron la propuesta y creí que era una buena oportunidad para mí. Además sentía que podía aportar desde el punto de vista de mi personalidad.

 

Finnegans tiene un pensamiento que prioriza darle a la juventud una oportunidad en el mercado”

 

La programación puede ser una opción ya sea para un adolescente que recién sale del colegio o para una persona que estudió otra cosa, no consigue trabajo y toma la decisión de buscar una alternativa laboral por otro lado. ¿Vos crees que cualquier tipo de persona puede ser programador o pensás que hay ciertas características que hay que tener para entrar en el mundo de la programación?

Creo que cualquier persona puede dedicarse a la programación. Sobre todo los jóvenes de hoy que están muy empapados con la tecnología en un mundo totalmente tecnificado y conectado. Todos los procesos se han vuelto cada vez más fáciles y eso acerca a cualquiera con la tecnología. No solo con las computadoras hogareñas o los teléfonos móviles, sino también con los vehículos, las maquinarias industriales y hasta con los electrodomésticos. Es muy diferente a lo que pasaba hace muchos años, cuando había un abismo o un puente muy grande entre una cosa y la otra. Entonces creo que cualquier pibe de hoy puede programar. También puede ser que haya gente grande, de 50, que no haya programado, tome el ritmo, entienda ciertos conceptos y con muy poquito pueda empezar a programar. Pero estoy seguro que los pibes de hoy rápidamente pueden tomar el camino.

Contanos un poco acerca de la dinámica del programa: ¿Cuántos chicos participaron, cuál era el nivel con el que llegaron y cómo fue el proceso de enseñanza?

En total eran 65 chicos. La gran mayoría eran chicos de Concordia que ya habían hecho una etapa previa coordinada con la Municipalidad de esa localidad. Ahí los chicos empezaron con los primeros conceptos para aprender a programar, hicieron el primer contacto con la programación, con todo lo que significa eso. Así llegaron a un nivel de principiante. Esta primera fase se hizo sobre una plataforma de enseñanza digital, que ya estaba montada. Ahí participaron unos 250 chicos. Se seleccionaron los mejores. Usamos distintos criterios para evaluarlos, desde la participación tanto en los foros como en las clases, que si bien eran virtuales tenían ciertas tutorías. A partir de esto después tuvieron una evaluación. Todo eso conformó un promedio que los hizo estar dentro de esta segunda fase que fue hecha con clases virtuales de 2 horas, de lunes a viernes. Luego tenían tutorías de la parte práctica, dos días a la semana, también durante dos horas. Los profesores dedicados a la teoría les daban los temas y les asignaban trabajos prácticos. Yo ayudaba a los chicos, los orientaba y les traía un poco a la realidad lo que los profesores de teoría explicaban. El curso tiene un trabajo práctico final que integra todos los conocimientos vistos.

 

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En cuanto a los contenidos técnicos que integran el curso, contanos cuáles son las herramientas enseñadas.

Los chicos aprenden a programar principalmente en JAVA. Venían con un conocimiento inicial de Javascript, un lenguaje que se llama Gobstones que la plataforma que usaron propone para aprender a programar. Conocían cosas muy sencillas. Acá ya les damos un conocimiento fuerte sobre lenguaje JAVA. Después aprenden a trabajar con bases de datos relacionales y en última instancia les enseñamos cómo se fabrica una aplicación web montada con JAVA, más la base de datos.

 


Dennis Pontacq, Instructor en Tecnología y Desarrollo de Software en Finnegans, tutor en Concordia programa

“Cualquiera puede ser programador si se lo propone”

 

Los proyectos finales son buenos parámetros de referencia para comprobar la efectividad del proceso formativo. ¿En qué consiste este proyecto final?

El trabajo final es algo que proponemos los profesores. Básicamente es una aplicación que se llama “Tierra Media” y propone a un usuario comprar promociones y atracciones de un parque temático, en base a las preferencias del usuario, al cupo y otras variables. Ellos van haciendo las reservas de ese cupo. Esa aplicación está preparada para estar montada en la nube. Lograr eso en tres meses que dura el curso es fantástico. Que los chicos puedan hacer un equipo, organizarse y alcanzar el resultado buscado es algo genial. Además les dimos herramientas para trabajar en grupo, que permiten sincronizar el código trabajando todos al mismo tiempo. Alcanzar eso en tres meses nos pone muy contentos y significa que la propuesta funciona más que bien.

Esto que estás contando rompe con ese mito de que la programación es una carrera larga y difícil. En tres meses podés obtener los conocimientos para trabajar en equipo para construir cualquier tipo de herramienta. ¿Cuáles serían los siguientes pasos para que los chicos que realizan este curso puedan seguir construyendo una carrera en la industria del software?

Por supuesto que no voy a decir que una carrera universitaria no sea necesaria o no aporte. Este curso te enseña las primeras “recetas de cocina” para que puedas entrar a trabajar a un lugar y ya puedas aportarle algo al empleador. Pero por supuesto que después tenés que seguir creciendo, ya sea de manera autodidacta o empezando una carrera, que sería lo ideal. Pero con esto ya podés empezar a trabajar, no solamente entrando a una empresa. Hoy, con esta nueva normalidad, si te ofreces freelance te pueden tomar. Entonces tenés la oportunidad de manejar tu tiempo y ofrecerte a distintos trabajos. La realidad cambió y va a ser mucho más dinámica.

 

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Por último, contanos el balance personal que hacés de esta experiencia. Además nos gustaría saber qué le dirías a los chicos que evalúan la programación como una opción pero tienen dudas.

Por mi parte estoy muy contento con esta experiencia. Estoy agradecido de estar en este proyecto. Es lindo trabajar con chicos, se los nota con mucho entusiasmo. Tienen ganas de progresar y laburar. También están dispuestos a escuchar y aprender. Eso es muy lindo y colabora. Respecto a qué le diría a los chicos que tienen dudas, les diría que se animen, que es una buena oportunidad. Definitivamente creo que es una de las carreras del futuro.