En pocos años los roles contables que existen en la actualidad pueden desaparecer. Por este motivo, es esencial la creación de valor para los contadores.   Es fundamental el uso de datos para apoyar y mejorar la toma de decisiones, la formulación y la implementación de la estrategia.

Las habilidades de los contadores deben ajustarse al nuevo papel que juegan la tecnología y el análisis en la profesión contable.

El profesional de la contabilidad que forma parte de una organización moderna ya no debe considerarse como un funcionario de carácter operativo, sino como un profesional de primera línea, capaz de asesorar en las tomas de decisiones financieras, tributarias y de costes de la alta gerencia.

Para lograr adaptarse a la transformación digital, un contador debe mejorar sus habilidades en el análisis de datos, aprovechar la tecnología para evitar las tareas manuales repetitivas, centrarse en la innovación y gestión del cambio y desarrollar habilidades estratégicas de gestión.

Más info en: Integrar para crecer: una apuesta a las APIs y la digitalizaciòn

Las TICs potenciaron el rol del contador 

Las TICs (Tecnologías de la información y la comunicación) potenciaron el rol del contador como profesional de la información.

Empresas como Finnegans ofrecen nuevas líneas de productos enfocadas en potenciar los servicios de los contadores que trabajan bajo la modalidad outsourcing. Así surge CERES Contadores, una herramienta que le permite a los estudios contables centralizar la gestión de sus clientes en una plataforma en la nube.

Además, la propuesta les brinda la posibilidad de que les ofrezcan a sus clientes una herramienta para que se profesionalicen y crezcan mediante una plataforma específica para su negocio que les permite la administración de informes más avanzados.

El impacto digital en los servicios es un factor clave para el éxito de la adaptación a la transformación digital.

A groso modo el profesional de la contabilidad que forma parte de una organización moderna ha logrado superar el mero papel de “registrador o anotador” de incidencias contables para convertirse en una pieza con un rol mucho más ejecutivo.