Desde hace tiempo me pregunto por qué la industria de desarrollo de software no se establece en Concordia, ciudad de la que soy oriundo. En otras urbes semejantes, esta industria creciente y de demanda continua, se instala y ofrece un gran valor a las regiones debido a los recursos de capital humano que requiere.

¿Te imaginás una industria que emplee más personas que la fruticultura o la madera?, pero con sueldos promedios del doble o más y con demanda permanente de trabajo de Argentina y del exterior. ¿Sabías que una ciudad como Tandil tiene hoy 2.000 personas trabajando en esa industria y espera tener 1.200 más en el corto plazo?

De mi parte, decidí dar un primer paso y desde el año pasado empecé a trabajar con la UNER en un convenio de capacitación de alumnos de la carrera de sistemas y en un plan de trabajos de pasantías que se extendieron al presente a varios chicos trabajando como nuevos empleados de nuestra empresa.

Mi sueño es ambicioso: me gustaría que centenares o miles de jóvenes y adultos de Concordia desarrollen software para el mundo; ya sea trabajando para Finnegans o empresas semejantes. También me gustaría visualizar un futuro en el que se creen nuevas empresas y cambie la matriz productiva de la zona.

Es posible lograrlo. Hay varias acciones que podemos empezar a realizar para alcanzar esos objetivos.

Desarrollar los recursos humanos

Los jóvenes recién egresados de la secundaria podrían lograr un gran desarrollo personal, económico y profesional si se dedicaran a la tecnología.

¿Saben cuánto sirve estudiar matemáticas y los fundamentos de la ciencia de la computación?. Programar puede resultar mucha más fácil y divertido de lo que piensan. Por ese motivo, necesitamos difundir ese conocimiento. Necesitamos que los profesores de ciencias de esos chicos también lo conozcan, lo valoren y  lo transmitan.

Crear conciencia en las organizaciones

Necesitamos que las empresas de la región,  las instituciones públicas y el resto de las organizaciones  valoren y conozcan cómo podrían crecer a través de la tecnología. Para eso, los directivos deben aprender a llevar adelante estrategias de transformación digital.

Necesitamos capacitar a esos directivos y hacerlos parte de la demanda de tecnología.

Favorecer la instalación de nuevas fábricas

Necesitamos que las empresas de Buenos Aires y otras regiones productivas se interesen en Concordia. Esto sólo se logra con recursos humanos capacitados,  aunque con un programa en marcha, podemos empezar a atraer empresas con el potencial de la región.

Desarrollo de nuevas startups tecnológicas

Los chicos pueden crear ideas  sustentables con su propio trabajo y crear startups vinculadas a las necesidades del mundo. El mercado es infinitamente más grande que la región. Por ese motivo, tienen que conocer lo que pasa afuera, investigar, y sobre todo, ser grandes programadores.

Podemos hacerlo y  será de gran provecho. Estoy interesado en reunirme con los potenciales actores de cambio de la ciudad y la región para pensar juntos cómo lograrlo.

Quedo a disposición,

Blas Briceño

CEO de Finnegans.

 

Estuvimos en la conferencia que brindó Nicholas Burbules sobre nuevas tecnologías y educación.

Nicholas Burbules

La tecnología no significa la sustitución de la educación como la conocemos sino la habilitación de nuevos procesos. La transformación real es aprender cosas distintas de nuevas formas. Hoy, con el uso que le damos a los celulares, tenemos oportunidades de aprender lo que queramos en cualquier lugar. Elegimos qué es lo que queremos saber y lo aprendemos en el momento que lo decidimos.

Past and future

En el colegio, cuando preguntábamos para qué servía aprender algo que nos resultaba inútil, nos decían: “ya va a llegar el momento en que necesites este conocimiento”. Esa forma de enseñar no generaba ninguna motivación en los alumnos.

El sistema de educación formal que transformó el mundo está basado en objetivos comunes para todos. Debido a eso hay infinidad de personas que reprueban y abandonan los estudios y maestros que no pueden dar la atención, el tiempo y el apoyo que estas personas necesitan.

Todos aprendemos de la misma manera pero no todos estudiamos con el mismo estilo. Es común que lo mismo que sabe una persona, otra la haya aprendido con un enfoque distinto. No funciona para todos la manera de aprender tradicional, que es con un maestro en frente a una clase, ni tampoco la misma manera de evaluación.

Rethinking is the key

Necesitamos diversificar y personalizar la educación para que todos formen parte. Para eso hay que diseñar espacios de aprendizaje y desarrollar distintas maneras de aprender. Cuando se educa a través de herramientas online, los estudiantes y los maestros pueden comunicarse de diversas maneras. Personas que hubieran sido demasiado tímidas para levantar la mano en una clase tradicional, pueden ser muy activas preguntando a través de un chat.

De esta manera se crean múltiples oportunidades para que estudiantes de distintas realidades puedan elegir el camino que más les gusta para aprender. Los estudiantes no son culturalmente homogéneos y por lo tanto no quieren aprender todos de la misma manera.

The teacher is a facilitator

Debemos adaptarnos y saber que no podemos transformar todo de una. La diversificación y personalización de la educación puede ser mejor, sobretodo para esos estudiantes que se caen del sistema tradicional. Los profesores son indispensables para este progreso, siempre y cuando estén dispuestos a cambiar.

Hoy definimos el éxito a partir de las evaluaciones estándar, y eso es una seria limitación. Estamos acostumbrados a preguntarnos “¿cómo hago para hacer entretenido esto que quiero enseñar?” y eso es un error. Primero tenemos que preguntarnos qué es lo que quiere aprende el otro, y no hará falta hacer interesante el contenido.

Blas Briceño (CEO de Finnegans) presente en el evento
Blas Briceño (CEO de Finnegans) presente en el evento