Gestión rápida y simple para garantizar transparencia

NAVAR SA es una empresa yerbatera y forestal, fundada en 1986. Se dedican, principalmente, a la producción elaboración y distribución de yerba mate. Están ubicados en el norte de la provincia de Corrientes, en la zona de Virasoro. En el marco de la emergencia ambiental que atravesó la provincia, los integrantes de la empresa participaron de manera activa en diferentes tareas vinculadas a la campaña de donaciones llevada a cabo para contrarrestar los efectos de los incendios.

Como clientes de Finnegans y conocedores de los beneficios del sistema, el staff de NAVAR SA solicitó la bonificación de suscripciones al servicio, para poder gestionar el gran caudal de donaciones recibidas. De manera inmediata, Finnegans accedió al pedido como reconocimiento a la solidaridad y el compromiso comunitario de los integrantes de NAVAR. Del mismo modo, SPro Consultora bonificó su esfuerzo en la parametrización y asistencia de una empresa nueva para esta gestión. Para conocer los detalles de lo que fue esta iniciativa solidaria, entrevistamos a Hugo Martínez, Gerente General de NAVAR SA.

 

Ante el dramatismo de la magnitud que tuvieron los incendios en la provincia, ¿cómo surgió esta iniciativa solidaria?

Se organizó gente con ganas de colaborar. No solamente el personal de nuestra empresa, sino también toda la comunidad. Se formó un grupo importante de personas que se encargó de recibir donaciones y distribuirlas a diferentes puntos de la provincia. Con total sinceridad, nos estábamos prendiendo fuego. Veíamos que el fuego avanzaba cada vez más. El problema se hizo público de manera tardía. Llegó a la televisión cuando fue algo masivo. Nosotros ya veníamos trabajando en el problema. Veíamos que el fuego seguía avanzando, veíamos que los recursos no alcanzaban y que estaban desbordados todos los cuarteles de bomberos de todas las ciudades. Había fuego por todos lados, era desesperante. Veíamos que nos faltaban elementos. Junto a la Fundación Rewilding, abocada al cuidado de los animales, nos pusimos en campaña para recaudar fondos. A través de diferentes contactos, nos comunicamos con Santiago Maratea. Fue ahí donde nació todo. Nos contactamos con él un sábado a la noche: le contamos la situación y le comunicamos que necesitábamos alrededor de $5.200.000 nosotros y $3.000.000 la Fundación Rewilding. La idea era conseguir alrededor de $8.000.000 para los elementos que necesitábamos comprar. La colecta se desbordó, para bien. Cuando nos dimos cuenta había casi 200 millones y necesitábamos algo para poder organizarnos. Lo que era una planilla de cálculo de veinte cosas, pasó a ser contactos de todos los cuarteles de bomberos que empezaron a comunicarse para poder recibir las donaciones. Necesitábamos algún sistema de gestión rápido, fácil de usar. Nosotros justamente estamos en el proceso de implementación de Finnegans, realizando las capacitaciones. Entonces, con el director de la empresa se nos ocurrió pedir un usuario para ordenar la gestión de las donaciones. Un sistema para registrar los ingresos, facturas, pagos, ingreso de stock y salida de stock. Necesitábamos algo urgentemente. Ahí nos contactamos y la predisposición fue excelente, no hubo ningún problema. Nos dieron un usuario, creamos una organización dentro de nuestra misma base y pudimos avanzar. Con una capacitación rápida lo resolvimos. No solamente era para recibir las donaciones. Teníamos que ser lo más prolijos posible porque es plata donada de gente que lo hizo de corazón entonces había que hacer todo totalmente transparente. Luego de una capacitación de una hora, se empezaron a cargar todos los datos. Fue una gran ayuda para ordenar las donaciones. Fueron casi 200 millones, que es muchísima plata, para comprar productos muy diversos, con un rango de precios muy amplio. Eran demasiados datos a registrar. Eso hacía muy complejo organizarse sin la ayuda del sistema. Había un desorden lógico, por un desborde de la solidaridad de la gente, que fue excepcional.

En ese contexto de emergencia y con la grata sorpresa del enorme monto de donaciones recibidas, ¿en qué consistió la ayuda de los integrantes de NAVAR?

La ayuda fue en múltiples tareas, incluso en combatir el fuego. Pero, insisto, no fuimos solo nosotros: toda la provincia estaba combatiendo el fuego. También ayudamos en recursos humanos para recibir las donaciones, gestionarlas, cargar datos, contactarse con los proveedores, comprar todos los materiales y repartirlos a diferentes cuarteles de bomberos y a fundaciones que formaban parte de esta campaña. Se empezó a juntar gente, no solamente de NAVAR sino también de otras empresas de la zona, que se sumaron a colaborar. Desde Navar aportamos camionetas, elementos para combatir el fuego y recursos humanos en la parte de administración.

 

¿De qué manera Finnegans contribuyó a eficientizar la gestión de las donaciones?

Como mencioné anteriormente, nos había desbordado la cantidad de donaciones. Una cosa es recibir 10.000 pesos, que con una planilla de cálculo lo resolvés. Pero esto tuvo una magnitud enorme. Finnegans nos ayudó, como lo hace en el caso de cualquier empresa: cuando uno va creciendo, necesita un sistema de gestión para poder controlar y eficientizar todos sus recursos. De esa manera Finnegans nos ayudó, dándonos un usuario y una organización para contar con una base de datos donde podíamos gestionar la recepción de todas las donaciones y así poder administrar los recursos y poder transparentar todo lo que se estaba haciendo. Eran muchísimas cosas las que había que comprar y para muchísimas ciudades. Usamos fundamentalmente la parte de gestión contable: recibir, cargar las facturas y los proveedores, controlar el stock. Parece fácil, cuando es a una escala chica. Pero cuando el flujo de donaciones creció exponencialmente, necesitamos del ordenamiento de un sistema. A nosotros mismos nos pasó en la empresa. Hoy por hoy estamos en ese proceso de cambio porque fuimos creciendo y Finnegans nos está ayudando a cubrir las necesidades que surgen a partir de ese crecimiento. Desde ese lado, el sistema nos ayudó muchísimo. Fue una situación muy particular porque todo se dio de un día para otro. Necesitábamos el sistema porque un sábado se anunció la campaña con Maratea y el domingo a la noche ya se habían juntado 90 millones, mientras que el lunes a la mañana había 150 millones. Ahí fue cuando nos dimos cuenta que teníamos que hacer algo porque sino nos iba a desbordar la situación. Ante esa urgencia en Finnegans respondieron muy rápidamente y de nuestro lado estamos muy agradecidos. Todas las partes se unieron rápido y de buena manera. Sentimos la ayuda de todo el país: todos se pusieron a disposición y eso la verdad que nos pone contentos. Finnegans respondió, como lo hizo todo el país.

¿Tienen algunas otras acciones comunitarias, ya sea actualmente o como proyectos a futuro?

En la actualidad nosotros estamos trabajando en un proyecto con la Fundación ProYungas, que trabaja con la empresa Ledesma, en Jujuy. La intención es hacer un corredor de preservación de flora y fauna. Estamos en proceso de comenzar con este proyecto. Ledesma hizo un corredor en Jujuy, nosotros queremos hacer lo mismo acá, junto a todas las empresas de la zona. La idea es destinar un área como reserva natural, para preservar el medio ambiente de la zona.

 

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