Lo digital ya no es novedad. Pasaron años de una pandemia que nos hizo incorporar aún más la tecnología en nuestro día a día. Hoy sabemos de su importancia, de lo necesaria que es. Sin embargo, puede haber sectores que se perciban como más tradicionales y conservadores ante estas incorporaciones.
El campo puede ser víctima de ese prejuicio. Decimos prejuicio porque si miramos con detenimiento existe todo un ecosistema digital que ya está funcionando en esta industria. Actualmente, con una temporada de cosecha que está comenzando, es crucial que los agricultores y las empresas agroindustriales aprovechen al máximo las herramientas digitales disponibles para mejorar la eficiencia y reducir los costos.
Hoy nos interesa hacer foco en la forma en que la digitalización colabora para establecer una conexión con otros actores de la cosecha.
Conectar procesos e información
El contacto con socios o actores externos a la cosecha suele estar regido por lo analógico. Sin embargo, la integración digital es una realidad que tiene sus beneficios:
-La integración digital permite una comunicación más fluida y una colaboración más efectiva entre todos los actores involucrados en la cadena agrícola. Esto conduce a una mayor eficiencia en las operaciones y a una mayor productividad en general.
-Al automatizar procesos y compartir información de manera digital, se minimizan los errores humanos y se agilizan los tiempos de procesamiento de datos. Esto ayuda a evitar retrasos y costos adicionales asociados con errores y retrabajos.
-Al tener acceso a la misma plataforma digital, todos los socios de negocios pueden acceder a la misma información en tiempo real. Esto promueve la transparencia en las operaciones y proporciona una visibilidad completa de todo el proceso agrícola.
-La colaboración digital fortalece las relaciones comerciales al facilitar una comunicación más fluida y una cooperación más estrecha entre los socios de negocios. Esto puede llevar a alianzas más sólidas y relaciones a largo plazo basadas en la confianza y la transparencia.
En general, posibilitar la colaboración entre distintos actores del mercado, como proveedores, clientes y contratistas, simplifica la comunicación y se unifican los procesos, garantizando que toda la información esté disponible en una única plataforma.
¿Cómo conecto con mis socios en un período de cosecha?
En Finnegans logramos construir procesos y herramientas que conectan a todos los actores de la cadena. Se trata de aplicaciones especializadas conectadas a nuestro ERP.
FinnApp AGRO: Es una aplicación nativa que está diseñada para obtener información en tiempo real sobre la cosecha. Así, los agricultores pueden cargar datos en sus dispositivos móviles, incluso sin conexión a internet, lo que simplifica enormemente el proceso de recolección de datos y garantiza la disponibilidad de información actualizada en todo momento.
Esos datos son visibles para el ingeniero, para el sector administrativo y para todo aquel que necesite acceder a ellos, por lo que es mucho más fácil hacer llegar la información y tomar decisiones que requieren de distintos actores.
Bot de granos: esta es una herramienta automatizada que permite obtener de manera rápida y sencilla todos los comprobantes e información relacionados con la compra y venta de granos. Clientes, corredores y compradores pueden compartir información de forma automática.
Esta aplicación autoinstalable reduce significativamente los tiempos administrativos y minimiza la posibilidad de errores en la carga de datos, garantizando una gestión eficiente y transparente de las transacciones agrícolas.
En síntesis, la digitalización se ha vuelto una constante en todos los ámbitos, incluyendo el sector agrícola. Sin embargo, es crucial reconocer que la adopción de estas tecnologías va más allá de simplemente implementar herramientas digitales. Se trata de un cambio cultural que implica una nueva forma de pensar y trabajar.
La colaboración digital entre los diversos actores de la cadena agrícola no solo implica compartir información, sino también compartir conocimiento y experiencias. Es un proceso de aprendizaje continuo donde la tecnología actúa como facilitadora, pero son las personas quienes realmente impulsan el cambio y la innovación.
En última instancia, la digitalización en la agricultura no solo se trata de optimizar la cosecha, sino también de construir una comunidad más fuerte y conectada, donde la colaboración y el intercambio de conocimientos sean los pilares del progreso.