No es magia, es la gestión
La tecnología es un habilitador de negocios. La digitalización permite tener mejores oportunidades para entender cómo operar, y alcanzar resultados más eficientes, pero exige una transformación, exige pensar que lo que se va a operar no se va a administrar mágicamente.
Existe un pensamiento erróneo sobre los softwares de gestión, habitualmente son considerados herramientas mágicas que, al ser implementadas, brindan soluciones inmediatas. Son interpretadas como sinónimo de eficiencia y análisis.
No se trata sólo de incorporar y poner en marcha un proceso de digitalización, se requiere de un trabajo profundo, traspasar las barreras de la cultura y la organización laboral, focalizándose en los objetivos que la llevaron a esa empresa a digitalizarse.
En este sentido, es fundamental el trabajo de los proveedores de software, que no sólo provean el servicio, sino que garantice la capacitación y la autonomía del cliente, para obtener como resultado una herramienta de mejora de procesos. Este debe uno de los objetivos de la organización, tiene que convertirse en su desafío.
El trabajo en conjunto del cliente con su proveedor de software es clave para lograr aprovechar e implementar las oportunidades, que son consecuencias de la digitalización en sus respectivos negocios.
Adoptar una estrategia de trabajo, que considere diversas formas de abordaje, para encarar progresivamente los problemas que se vayan suscitando, de manera secuencial y con la velocidad necesaria para generar un impacto inmediato, aunque no sea ese el objetivo que uno se planteó. Sólo partir de los resultados medibles en el proceso de digitalización es posible obtener una visión más integral del negocio, facilitará y permitirá desarrollar una planificación y proyección más eficientes.
Con este fin se desarrolló en Finnegans una herramienta de diagnóstico llamada “Mapa de madurez digital”, para sintetizar la situación actual de la organización y visualizar de forma macro el lugar meta al que se quiere llegar.
Mapa de la madurez digital
El mapa digital es la herramienta de dimensionamiento estratégico y graficación del escenario deseado, descubierto por el relevamiento de procesos.
La ponderación cuantificada de cada escenario de evolución disponible aparece gráficamente y permite acceder a una orientación en la toma de decisiones.
El ciclo de decisión sobre el camino de acción puede alterar la conformación del mapa, hasta que se defina el camino que permita una mejor relación costo-beneficio para la empresa.
En esta instancia debemos considerar ciertos aspectos de el proceso:.
- Relevar procesos desde la perspectiva de una matriz por industria.
- Trazar el mapa de la madurez vigente.
- Proponer un recorrido para ubicar un ciclo inicial de trabajo, y poner en perspectiva los posteriores.
- Definir un plan de trabajo y dimensionamiento de recursos vinculados a su ejecución, haciendo eje en las capacidades de lo posible.
Finalmente, el plan de trabajo se propone poner en disponibilidad los beneficios de negocios definidos. Para esto, hay que:.
- Detallar las herramientas digitales que darán soporte a los nuevos procesos.
- Dimensionar los desarrollos, las parametrizaciones o trabajos técnicos en general que puedan ser requeridos para lograr la disponibilidad de los recursos técnicos necesarios.
- Describir los recursos necesarios de la organización para poner en marcha esos procesos.
- Cuantificar los recursos de Finnegans necesarios para acompañar el trabajo de la empresa.
(*) Especialista en Software, fundador y CEO de Finnegans y Xubio.